lunes, 31 de mayo de 2010

Última Hora

Hoy no me siento como algo en particular:



Soy un ser incoloro y carente de forma

Soy energía pura en el vacío

Soy el transeúnte que camina sin mirar más que sus pasos

Soy una luz lejana; se nota en la distancia pero no se sabe qué es

Soy un ave en contravía, no por rebeldía, es simple desubicación

Soy el que se duerme en el bus

Soy el que esculca monedas olvidadas en un teléfono público

Soy un pliegue en una montaña

Soy el capitán de una nave sin tripulación

Soy el primer y único ser que ha podido descifrar el código de las nubes

Soy la esfera de un malabarista suspendida en el aire

Soy un rostro más en la multitud

Soy un perro

Soy usted

jueves, 13 de mayo de 2010

MITIN 34

El siguiente, fue el discurso emitido por su excelentísimo comandante en jefe, en la reunión del pasado jueves 14 de mayo del presente año, a razón de acontecimientos que acaecen sobre las cuadrillas nomeimportantistas:

“Compañeros, lamento informarles que ayer han llegado a mí noticias desalentadoras. Más bien graves para nuestra lucha sin cauce. Alguien, a quien me referiré así para no manchar el nombre de quien fue una gran compañera, ha dejado las filas de nuestro conglomerado. Ha entregado su uniforme; peinó su cabello y guardó su pluma. Con una mirada cansada me ha dicho a los ojos: “Lo siento, no puedo más. Tengo que trabajar.” Y la vi perderse al tomar su autobús. Seguramente yendo hacia alguna oficina dirigida por “Los Ocupados”, los canallas aquellos, nuestros más fieros enemigos. No puedo sentir más que un pesar profundo, cierto abandono en el alma, el vacío que se ensancha con las ausencias. Es por ello que hoy tenía que contarles estos hechos, no con el ánimo de entristecerles, si no como un llamado a no claudicar ante la insistencia maniaca de nuestros contrarios. Se valdrán de todos los medios para hacernos desertar. Develarán argumentos provocadores, justificándose en una existencia cómoda, rutinaria y adinerada. Tratarán de seducirnos con sus maratones de compras y noches de borracheras lúdicas (no las sentidas, como las que nosotros procuramos) Librémonos de todo mal y no caigamos en su tentación. Recordemos siempre nuestra libertad perpetua, nuestra insignia de aventureros, verdaderos vividores. Despidámonos entonces de ella y deseémosle suerte en su nueva “vida”. Y cuando la veamos en la calle saludémosla, sin rencor. “


OGR 2010