domingo, 18 de julio de 2010

EPITAFIO

Definitivamente no tiene remedio. No halla motivo para sus días. Ni siquiera ahora que está en el suelo sangrando sin parar; ni siquiera ahora cuando se acercan a él con ese revolver que ya le atinó; ni siquiera ahora que siente el cañón frío en la frente. Lo único en lo que piensa es en su epitafio: “nomeimportantista".