martes, 9 de diciembre de 2014

CÓMO HACERSE INVISIBLE:

Ofende a alguien bueno,

monstruosamente.

jueves, 20 de noviembre de 2014

ROMANCE:

Toma una coincidencia
y luego llámale
"Destino".

lunes, 21 de julio de 2014

GUARDIA

Escudo mi soledad
a la espera
del siguiente idilio.

Aguardo impávido
a que todo encaje:

Guardo esta flecha
para el tiro certero.

Espero otra alineación
de estrellas, sol y planetas.

Pulo tercamente
un templo solitario.

A mi alrededor
danzan las posibilidades,
los ídolos en potencia.

Pero a nadie
dejo entrar

Y espero...



martes, 24 de junio de 2014

HERENCIA

Todos somos hijos
de un crimen siniestro
nuestros cantos
todos son lamentos

Cada sonrisa
es un desquite

Cuando silbamos
cualquier melodía
revivimos el dolor
de varios siglos

Cada brindis
es una venganza

Cuando bailamos
cualquier canción
matamos el ardor
de antiguas heridas

Cada beso
es una afrenta

Todo acto nuestro
sea  malo sea  bueno
nos reconcilia
con nuestros muertos


jueves, 10 de abril de 2014

PREGUNTA


Avecillas negras que corretean por el pasto bañadas por la luz tenue que hay después de la lluvia, permítanme preguntarles algo:

¿No es más heroico el frío del vagabundo que el de un expedicionario o algún deportista extremo?

El aventurero es vanidoso;
el vagabundo es piadoso.  

jueves, 13 de marzo de 2014

El pro de muchos contras

Amigo solitario,
no busques el amor;
deja que te embista.

Que sea inexplicable,
inesperado,
irrefutable,
como la muerte.

Olvida las miradas
que se cruzan
y se congelan.

Reniega de todo
lo que sea planeado:

No vayas a bares
No vayas a parques
No vayas a museos.


Los besos que no das
déjalos morir adentro;
ellos alimentan la poesía. 

miércoles, 8 de enero de 2014

DIMISIÓN


Mis palabras para ti
jamás llegaron
con la potencia
con la cual las disparé.

Tiré a matar,
te lo juro.

Justo al mango.

Puse mi cara
más enamorada
y tiré
una,
dos,
tres,
muchas veces;
perdí la cuenta.

¿Adónde quedaba,
entonces,
mi entrenamiento?

Me enclaustré
varios días,
con una foto tuya
pegada a la pared.

Y ahí,
solo en mi gruta,
declamaba
para tu imagen.

Y nada…

El gesto del retrato
no cambiaba,
no se conmovía.

Decidí entonces
irme a la mar.

Me desnudé
y me sumergí
progresivamente
en la ondulada
grandeza del ponto.

Pedí consejo
a las olas.
He aquí
lo que me dijeron:

“Renuncia.
Suplica por el olvido.
Hazte sumir en la indiferencia.
Detén la poesía.”

Regresé
a las montañas
a mi gruta.

Tomé tu retrato
y lo entregué
a un sacerdote:
“Es el diablo, padre”